JOAQUÍN TRINCADO MATEO, Nació en Cintruénigo, Provincia de Navarra, España, el 19 de agosto de 1866,  siendo el cuarto hijo venido al hogar de sus padres: Ignacio Trincado Alfaro y Romualda Mateo Ayala.

 

                   Pasada su infancia cursó estudios primarios y secundarios en España, e incluso fue Novicio dos años, al fin de los cuales abandonó los claustros religiosos y estudió durante 8 años en varias Universidades de Europa, graduándose de Ingeniero Electricista en la Universidad de Lieja y Bruselas, Bélgica. 

 

                   De regreso a España ejerció su profesión hasta el año de 1903, cuando una fuerza irresistible de su Espíritu  lo obligó a abandonar  familia, amigos y patria para viajar al Nuevo Mundo, radicándose en Buenos Aires, capital de la Argentina, ese mismo año.

 

               Su Mentalidad investigadora y libre, encontró en dicho país favorable acogida y se dedicó de lleno al ejercicio de su profesión y a los inventos, llegando a patentar algunos, con lo cual formó una apreciable fortuna. En Argentina contrae nupcias con Mercedes Riglos Cossi, con la cual procreó 3 hijos Juan Donato, Ana Joaquina e Ignacio.

        

               Miembro de la Orden Masónica, en la cual escaló los más altos grados, desarrolló inquietudes de orden filosófico, histórico y sociológico que lo indujeron a viajar al Cercano Oriente en busca de fuentes de verdad histórica, en  su paso por Belén recibió información sobre la existencia de la Cábala Mayor o Escuela de los Esenios, cuyo Centro se encontraba en Jerusalén, a donde dirigió sus pasos, su búsqueda.

 

                    Fue recibido por los Ancianos Cabalistas a cuyo cargo se encuentran la guarda de los valiosos archivos y la continuación de los estudios que fundó 36 siglos antes  Moisés.

 

                   En la Cábala le fue mostrado un libro en pergamino donde se lee el nombre de Jesús y se le dijo, "Conocemos todas las patrañas levantadas contra sus doctrinas; pero no eran llegados aún los días de declarar la verdad".

 

                    Es entonces cuando el Maestro insistió en la necesidad de una prueba, no para el sino para el mundo, de confirmar, que Jesús no era Dios y si hijo del Hombre.

 

            Luego de obtener sus pruebas dio inicio a la redacción de sus obras, en las cuales recomienda el Conocimiento de sí mismo como fundamento para el progreso humano.

 

                  Parte del  legado del Maestro,  fue la promoción de 184 Cátedras de la Escuela Magnético Espiritual de la Comuna Universal que  cubrieron a toda Hispanoamérica; Fundó la Unión Hispano-Américo-Oceánica, reconocida por 28 gobiernos de nuestro continente y la Orden del Templo Azul Racional (O.T.A.R.) , Erigió la Colonia  y Ciudad  Jaime, la cual es piloto y ejemplo para las demás colonias.

 

                Reivindica al Espiritismo al que para distinguirlo de prácticas denigrantes y supersticiosas, las cuales califica de Espiritualismo; lo deslinda con los vocablos LUZ y VERDAD; expone al respecto leyes y principios de alcance cosmogónicos que constituyen una extraordinaria y hermosa concepción del mundo, en la cual palpitan con sublimes resonancias la existencia de un ser supremo,  al cual se le conoce en el Universo como ELOI Padre de la Creación Universal.